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lunes, 2 de noviembre de 2020

Sesión #4 B.II.

 

 La función de las emociones y su importancia en el bienestar de sus relaciones. 


Aprendizajes esperados: 

6) Conoce que son las emociones, cuál es su función, cuáles son sus componentes y como se desarrolla un episodio emocional. 

7) Expresa con sus palabras la importancia de las emociones en su bienestar en sus relaciones y la posibilidad de trabajar con ellas. 

8) Expresa verbalmente su experiencia emocional y describir las sensaciones corporales y los pensamientos asociados a algunas emociones.




Las emociones y el temperamento 

Todos nos hemos sentido enojados, tristes, angustiados o alegres. Te has preguntado, ¿Qué papel juegan las emociones en la vida?

 • Las emociones nos ayudan a sobrevivir. Sentir miedo ante una situación de peligro puede evitar que suframos un accidente o sentir asco al oler un alimento echado a perder evita que lo comamos y enfermemos.

 • Las emociones juegan un papel fundamental para lograr nuestras metas. Muchas veces no son las circunstancias las que nos limitan, sino el miedo, la frustración o la desesperanza. 

• Las emociones influyen en las relaciones con otros. Cuando en nuestras relaciones hay desinterés, orgullo o envidia suele haber problemas. O bien, detrás de la agresión y violencia hacia otros suele haber emociones como el enojo o los celos. Por otro lado, cuando al interactuar con otras personas surge la alegría, ternura, curiosidad y empatía es más sencillo resolver algún conflicto que se presente y tener una relación saludable. 

• Las emociones influyen en el proceso de aprendizaje. Si sientes interés y curiosidad por un tema es mucho más fácil aprenderlo que si te genera angustia o aburrimiento. Aunque los bebés no pueden hablar, sienten emociones muy básicas. Sabemos que están contentos cuando los vemos reír, lloran si sienten miedo o soledad y luchan si sienten frustración. 

Pero, ¿Qué son las emociones? De acuerdo con el Dr. Paul Ekman, las emociones son procesos que surgen cuando sentimos que algo importante está ocurriendo, entonces se detonan cambios fisiológicos, psicológicos y en la conducta que nos preparan para lidiar con la situación. 


¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta natural que nos ayuda a sobrevivir y a enfrentar retos. Cuando percibimos una amenaza, el cerebro manda una señal a todo el cuerpo para que se prepare a atacar, huir o paralizarse. 

El corazón se acelera, las pupilas se dilatan, la sangre se va a las extremidades, la digestión se vuelve más lenta; estamos alertas para responder ante la situación.10 Cuando estamos estresados, todos nuestros recursos tanto físicos como mentales están enfocados en ayudarnos a sobrevivir y a salir adelante. Una vez que estamos a salvo, el cerebro manda un mensaje al cuerpo sobre que el peligro ha pasado y es tiempo de relajarse. 

Entonces, el corazón y la respiración toman un ritmo más pausado y funciones como la digestión se reactivan. Imagina a un venado perseguido por un león. Mientras lo persiguen todos sus recursos están invertidos en huir. Si consigue escapar, entonces se relaja y todo su sistema vuelve a la normalidad; vuelve a comer tranquilamente y hasta tomar una siesta. 

Al igual que para el venado, el estrés puede ser muy útil para los humanos. Nos ayuda a sobrevivir en situaciones de riesgo y a poner en juego todos nuestros recursos cuando tenemos retos en el trabajo o en casa. Por ejemplo, si vemos que nuestro bebé está muy enfermo, es normal que sintamos estrés y todo nuestro cuerpo esté enfocado en curarlo y protegerlo. En estos casos, decimos que el estrés es positivo. ¡En verdad nos ayuda! El problema que a menudo tenemos los humanos es que podemos estar estresados por largos periodos de tiempo o con mucha frecuencia. 

No sólo nos estresamos cuando nuestra vida o la de nuestros seres queridos está en peligro, sino cuando imaginamos que algo podría salir mal o nos abruman las emociones. Podemos estar a salvo en casa tratando de dormir pero si la mente no deja de darle vueltas a las preocupaciones del día o a lo que podría pasar a la mañana siguiente, nuestro cuerpo sigue activado como si tuviera que huir de un león. 

Durante tiempos de crisis, esto puede ser difícil pero tolerable. El problema es que si se prolonga o se vuelve crónico, el cuerpo y la mente empiezan a resentirlo. Es entonces que el estrés se vuelve tóxico. Sufrimos de gastritis o de colitis, nos sentimos exhaustos o deprimidos, no podemos dormir e incluso podemos llegar a sufrir problemas cardiacos u otras enfermedades. Además, cuando esto ocurre, solemos estar más irritables de lo normal, distraídos, nos falla la memoria y no podemos pensar con claridad. ¿Te has sentido así?


NOTA: DEJA UN COMENTARIO CON NOMBRE COMPLETO Y ALGUNA DEFINICIÓN DE LAS ANTES MENCIONADAS.

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